Con esta
expresión, tan andaluza, el capataz de un paso de Semana Santa, en la última “chicotá”
que se da dentro del templo, le indica a los costaleros que en ese lugar se
queda el paso, metafóricamente, hasta la salida procesional del próximo año, anuncia
que ya terminó el trabajo hecho bajo el peso de las trabajaderas.
La razón, muy
fácil, es tal el galimatías que los leguleyos han montado, que resulta
complicado distinguir entre lo que está vigente y no lo está. Hay tal cantidad
de correcciones y de normativas que amplían o dejan sin efecto lo dispuesto en
unas y otras como decretos, órdenes, resoluciones, instrucciones… que resulta
imposible, a ciencia cierta, saber lo que está vigente o lo que no lo está y,
sobre todo, tener en cuenta la cantidad de excepciones que tiene cada una normas
que publica el BOJA.
¡Que Dios
reparta suerte! Para poder entender al próximo “morlaco” que nos suelten por el
BOJA.
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